Buceadores en mi mare tenebrosum

martes, 24 de marzo de 2009

Requiem in pace

Señoras y señores, hoy he de dedicar mi entrada a una entidad que ha significado mucho para mi, una entidad, que, sin ir más lejos, ha creado indirectamente este blog. Por eso hoy publico una entrada, por eso hoy la dedico al taller de literatura y creatividad.
Todo ha terminado tan repentinamente como empezó, con un llamamiento de Profe Filo (la profesora de ética) y un cartelito colgado en la parte de atrás de la clase para que asistieramos a los pocos días a la primera sesión, que duraría dos horas, una vez a cada quincena.
Animado, asistí tras pensarlo mucho. Desde entonces todo ha cambiado en mi forma de escribir. Me acuerdo de los primeros días, cuando aun éramos quince, en los que dábamos los tipos de textos y sus características.
Tras esto llegaron los textos y relatos, y el afán de el Psicólogo y la Profe Filo por que avandonara mi habitual aire mortuorio al escribir. Y lo consiguieron.
Recuerdo con cariño la rabia que me entraba cuando éramos incapaces de encender los "maravillosos" ordenadores del instituto, y como la pobre Bióloga se desesperaba luchando fría y valerosamente con la máquina, cual Gari Kasparov contra la Deeper Blue 1997; la lentitud con la que escribía a ordenador (cosa que he cambiado), los compañeros que he hecho, las risas que nos hemos hechado todos juntos, y, sobre todo, lo que he evolucionado como pseudo-escritor y como persona (aunque tal vez deba ponerle también el pseudo- a esto último).
Nunca lo olvidaré, como no olvidaré a las personas que hemos compartido allí las tardes.
Hoy hemos finalizado tomandonos una coca-cola con un fabuloso sabor a requiem, causado por la pena, y unas pastas, que no he podido degustar por la pena y porque acababa de comer. Hoy escribiré mi última entrada para ese blog, aunque quizás lo resucitemos al año que viene. Pero no estarán las mismas personas y no será lo mismo.
Dicen que lo bueno, si es breve, dos veces bueno, pero eso no hay quien se lo crea. Sólo puedo dar las gracias a Profe Filo, Psicólogo y Bióloga por comenzar y luchar por que este proyecto saliese adelante y a todos mis compañeros por la esperiencia que me han hecho vivir.
Para despedirme solo puedo decir Requiem in pace y acabar con estos versos del libro del eclesiastés que un sacerdote que se fue hace poco de mi pueblo usó en su despedida:
"Todo tiene su tiempo y su sazón,
todas las tareas bajo el sol.
Tiempo de nacer, tiempo de morir,
tiempo de plantar, tiempo de arrancar...
tiempo de llorar, tiempo de reir,
tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar...
tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse,
tiempo de buscar, tiempo de perder...
tiempo de callar, tiempo de hablar,
tiempo de amar, tiempo de odiar...
[...]
Y comprendió [el hombre] que el único bien del hombre es alegrase
y pasarlo bien en la vida..."

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