La verdad es que analizándolo fríamente he llegado a la conclusión de que tal vez sea que mi cerebro asimila los datos que recoge de las conversaciones, los comentarios, el lenguaje no vebal, el contexto de la propia situación y todo lo que sé de relaciones humanas y en general y a partir de ellos crea un posible abanico de posibilidades que luego elige, quedando dos o tres a mi eleción. Pero tal vez haya algo más allá, algo que no sepuede explicar. Aunque resulte extraño por ser una persona religiosa y asfixiantemente lógica, no soy para nada exceptico. De hecho, creo en los fanatasmas, la brujería y la adivinación. Y es que he hecho mis pinitos con las artes mánticas.
Soy un gran aritmomante, como me han reconocido compañeros de clase y profesores, a los que he adivinado su personalidad, la evolución de esta y también la de algunos de sus familiares. También utilicé la quiromancia, pero no soy un gran esperto en esta manteria.
Hice mis pinitos con la taseomancia, pero debido a la calidad del té al que tengo acceso no fuí muy exacto (pero si lo suficiente para predecir un viaje, la ruptura de una relación, unas noticias del extrangero y la perdida de una amistad a una amiga que se lo hice).
Tal vez sea la bibliomancia la técnica que mejor domino junto con la aritmomancia. Un libro me ha llegado a revelar desde el problema de un amigo hasta decirme que el propia destino no quería decirme más.
Pero últimamente me están bombardeando una serie de experiencias oníricas como no tenía desde que tenía unos nueve o diez años.
A esa edad predije de todo absolutamente, pero ahora son mucho más simbólicos. En esa época esos sueños simbólicos no tenían sentido, pero ahora veo que algo hay.
Mañana os los contaré detenidamente, pero hoy lo siento pero estoy exhausto. Que descanseis. Os deseo lo mejor:
De Cotilla a Confidente
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