¡POR DIOS QUE CABREO TENGO!

Pero antes, perdón por no escribir durante toda esta semana ni la anterior, pero estoy de exámenes.
Ahora vamos con lo importante. Soy una de las pocas personas que aun sigue viendo en España el festival de Eurovisión. Es incotrolable, me lo trago todos los años.
Y este estoy indignado. No solo hemos quedado penúltimos con la calidez vocal de Soraya, cuya voz me parece envidiable, y su coreografía para nada despreciable (siendo francos, sabía que ni íbamos a quedar entre los 10 primeros, pero tenía la esperanza que si entre los 20), si no que ha ganado el noruego, que es el que me ha resultado uno de los peores, y lo llevo diciendo desde que vi hace cuatro semanas.

Me ha fastidiado mucho lo de Soraya, es que es indignante. La tía es una máquina, la desaparición circese le ha quedado clavada, pero, aun así estamos penúltimos, peor que con Rodolfo Chiquilicuatre. Por favor, es que es para cabrearse.

Por favor, si es que hemos rozado los resultados de Remedios Amaya. Es que indignante. Los únicos a los que daré las gracias es a los andorranos.
Mañana comentaré la gala, esta noche me voy a dormir. Es que necesitaba desahogarme, por eso os he escrito. Mañana intentaré escribir. Buenas noches, que descanseis.
Un saludo de vuestro irritado amigo:

De Cotilla a Confidente

¡Happy birthday to me!

¡Happy birthday to me! ¡Happy birthday myself! ¡Happy birthday to me! ¡ Bien! Ya tengo los 16 años. Como pasa el tiempo. Si parece que fue ayer cuando nací, o empecé a andar, o empecé el colegio, el instituto... El tiempo pasa demasiado rápido, demasiado. Y se te hace más rápido si estás en buena compañía. Estos años, según mis valances, han sido geniales. Tengo y he tenido una buena vida. Y espero tenerla durante toda mi vida (más que nada porque durante la muerte no se puede tener una buena vida). Ahora solo he de alejarme durante un año de husos de ruecas(y demás útiles de costura punzante, de la fruta en mal estado (sobre todo en lo que se refiere a manzanas), madrastras, corsés, peinetas, padrastros, hermanastras y hermanastros... ya sabeis, todo aquello que tiene que ver con los traumas causados por las lecturas de mi infancia. Es increible como Disney ha castigado a las personas de 16, es indignante.

He de celebrar también mis entradas de plata. Y es que ya he conseguido mis 25 entradas, que record. Nunca esperé llegar tan lejos, pero al fin lo he logrado. Espero celebrar las de oro, de paltino, de diamante y alguna más que se me ocurra. Pero tiempo al tiempo. Pues este es el que cura todas las heridas, entrega todos los amores y saca y entra nuevas personaos (o viejos amigos) de tu vida.

Buena suerte, y espero que el tiempo os haga cumplir muchos años a vosotros también. Se despide vuestro amigo:

De Cotilla a Confidente

¡Feliz día del trabajo a todos!

A todos, trabajadores, parados (pues es una gran trabajo encontrar trabajo), estudiantes (pues el estudio es, por lo menos en mi caso, un trabajo de 24 horas al día)...
De hecho, el día me lo he pasado entero trabajando, pero no me quejo, pues se que mi trabajo no es tan duro si lo comparamos con tantos y tantos trabajos que día a día tienen que realizarse, incluso algunos en condiciones de esclavitud, que son realizados por niños pequeños. De verdad, me dan arcadas solo de pensar lo asqueroso que es el ser humano, ya no por crearlo (que también), sino por no impedir que eso se lleve a cabo. Un mal ser humanmo ensucia el nombre de una especie, pero una enorme masa de ellos dan testimonio de que somos una gran mancha que tenemos que lavar nosotros mismo. A veces me planteo lo de que el gen egoista es el origen de todo ser vivo, y que no hay más en su naturaleza. Siempre he dicho que todas las especies del mundo se dividen en amor y odio, pero que esto es una ampliación del instinto de supervivencia. El amor es el instinto que lleva a los animales a reproducirse y a buscar métodos para la protección de sus crías, y el odio es lo que lleva a protegerse y alejarse a la presa de su depredador y al depredador a acercarse a la presa. Pero el egoismo es a parte. Es lo que nos lleva a llevar al fin nuestro instinto de supervivencia, el querer sobrevivir y evolucionar. Pero los hombres también hemos llevado el egoismo a otro nivel. Ya no qeremos sobrevivir, ni siquiera encontrar placer, queremos llevar hasta el fin nuestra lujuria, avaricia, gula, pereza, soberbia, ira, y, como no, envidia. Solo queremos satisfacernos totalmente sin pensar en el bien de los demás.
Por supuesto no todos somos tan extremistas; los demás solamente queremos vivir felices e ignorantes ante el mal que nos rodea. Pero, ¿que le vamos a hacer? Somos así y, mientras no lo aceptemos, no lo superaremos.
Disculpadme, he empezado felicitando a los trabajadores y terminado criticando a oda la humanidad. Hasta mañana.
Se despide con cariño:

De Cotilla a Comfidente