Mi segundo film del día es otro que también he comentado ya en mi blog: La verdad sobre perros y gatos. La verdad, de este film solo conocía a Uma Thurman, pero la protagonista, Abby, está excelentemente interpretada por una actriz llamada Jeneane Garofalo. La historia es como un Cyrano de Bergerac del siglo XX: Abby, veterinaria y locutora de radio, es una mujer iteligente que se considera fea a si misma, así que, cuando uno de sus oyentes le propone una cita, ella da la descripción de Noelle, su vecina, que asume su identidad durante la cita. Desde ahí, la mentira va creciendo, y todo se complica cuando ambas empiezan a competir por el chico. Una comedia romántica par nada detestable, poblada de absurdos y del agudo sarcasmo de Abby.
Ahora vamos con una historia más que de amor, de deseo: Cabaret, interpretada por la grande, que digo grande, ENORME Liza Minelli. Este film es una película que se ha ganado el título de clásico a pulso, y Liza el Oscar a la mejor actriz por méritos propios. La película tiene una banda sonora envidiable, pues empieza con el genial Joel Grey cantando el "Wilkommen" (que, como supondreis, inspiró el título de mi primera entrada tras los exámenes). Después aparce la gran Liza cantando el archiconocido Mein Herr. La película está perfectamente ambienada, impregnada del ambiente de inestabilidad, antisemitismo y confusión que plagaron el Berlin de antes de la ascensión del nazismo. Esta inestabilidad es manifestada claramente en el caracter de Saly Bowles (Liza), ua mujer inestable, caprichosa, impredecible, que se deja llevar por sus deseos y destinada a la autodestrucción; es el claro ejemplo de la sociedad alemana de la época. La película narra la vida de Bryan Roberts (Michael York), un estudiantede Cambridge a punto de doctorarse que viaja a Berlín para perfeccionar su alemán. Allí se aloja en una pensión donde también está alojada la bella y extrovertida cantante de Cabaret Sally Bowles. Ahí empieza su historia, que se entrecruza, y a través de la cual conocemos a otros perosnajes que tratan de sobrevivir a una sociedad en crisis y en vilo, acorralada entre dos extremos: el comunismo y el fascismo (en este caso el nazismo). Merece la pena, de verdad, si no es por el punto de vista romántico es por el histórico, y si no por la banda sonora, y si todo esto no os convence, por la satisfacción de haber visto un clásico y poder criticarla si no te ha gustado cuando se hable de él.
Bueno, creo que he de irme. Muchas gracias a todos, especialmente a Arual y Elena por su apoyo. Espero escribiros mañana, porque ahora me voy a dedicar a ilustrar la entradas de estos últimos días. Un abrazo fortísimo de vuestro amigo:De Cotilla a Confidente
Hola!
ResponderEliminarTe gusta el baile?, y como puede se que con lo bien que escribes seas un "pato mareao", jejeje, no te molestes.
Apúntate a clases de baile de salón, si te gusta, inténtalo.
A mi me encanta bailar, me da igual si lo hago bien o mal, pero escucho música y zas.
Un secreto, en mi casa cuando limpio pongo música y muchas veces mis parejas de baile son la escoba y la fregona, ahora ríete todo lo que quieras.
Un beso.