Buceadores en mi mare tenebrosum

martes, 1 de septiembre de 2009

Cuarta parte de mi absurdo relato

-Mi niña, la diosa te ha elegido, te ha aceptado y te ha hecho el más grande de los regalos. Ahora sólo queda que decidas si quieres unirte o no a ella.
La miré, y supe que ahora me tocaba hablar a mi: era la hora de mis preguntas.
-Abuela... ¿que... que... ha sido eso? -tartamudeé, no sabiendo que decir.
Ella sonrió, me tomó delicadamente del brazo y me llevó a sentarme de nuevo al borde del estanque.
-Eso, querida, ha sido una muestra del poder que la diosa confió a nuestra familia para que cumpliésemos nuestro cometido.
-¿Cuál es ese cometido? -pregunté alarmada.
-Tranquila. Nuestro cometido es cumplir tres puntos: proteger la sabiduría ancestral, proteger la naturaleza y, lo más importante, ayudar a las personas con problemas que deriven o atenten contra la naturaleza.
Estaba ensimismada. Aquello empezaba a parecerme demasiado natural. Todo el temor que me había invadido estaba comenzando a esfumarse, se disipaba como la matinal bruma cuando el sol comienza a cabalgar hacia el cenit, y se metamorfoseaba en una profunda curiosidad por lo que acababa de descubrir que era, o mejor dicho, podría llegar a ser.
-¿Abuela, a que te refieres con eso?
-Que podemos curar enfermedades, prestar consejo, ayudar a superar una pena... Siempre que todo sea natural y que el hecho de ayudarlo o la acción que provocó su estado no sean un atentado contra la propia naturaleza.
-¿Y que podemos hacer para ello?
-Podemos vaticinar catástrofes naturales, a veces evitarlas, curar enfermedades de animales, plantas o personas... Pero eso no es lo importante ahora.
Si lo de curar enfermedades me había impresionado, aquello de vaticinar y evitar catástrofes naturales me quedó totalmente descolocada. ¿Y además decía que aquello no era lo importante? Comprendí que mi abuela no quería que quedase en estado de shock como antes, así que continué haciendo preguntas:
-¿Desde cuando se sabe que se remonta el culto a la diosa?
-Si quieres pruebas, mira esto -dijo quitándose un colgante que tenía en el cuello. Era una especie de moneda de oro. Era muy fina, y tenía varios grabados de corte celta, y una fina cadena de runas a su alrededor. Teniendo en cuenta lo tosco de las tallas, lo desvencijado del oro, su color (a pesar de la casi nula corruptibilidad del mismo), la devastación de los bordes y la apariencia de las runas y la desaparición de esta tras la imposición del latín por parte de los romanos, tasaba este medallón de antes del año 1100. Por supuesto no podía estar segura: podía ser una falsificación, o ser de una época posterior, pero dudaba que fuese así. Aquella moneda era como mucho del siglo segundo o tercero.
-Pero, abuela, esto tendría que estar en un museo.
-Es un legado familiar, no voy a donarlo. Pertenece a nuestra familia desde el siglo primero. Creo que lo forjó una antepasada nuestra que se llamaba Muireann, irlandesa, experta en forja, consagrada a Dana y a la diosa Belisama, diosa del fuego, del arte y de la forja. Era famosa también por su forma de nadar, y en el siglo VI se puso su nombre a una sirena capturada en su honor. Por desgracia, la historia la ha olvidado. Una gran mujer, sin duda, como todas en su familia.
Me quedé mirándola con la boca abierta. ¿Me acababa de relatar una historia del siglo I? No era posible: la escritura no estaba muy extendida, y los celtas (sobre todo los druidas) no dejaban nada escrito, por miedo a que la información cayese en "malas manos". Compartí estos pensamientos con mi abuela, aderezados con algunos conocimientos que tenía de esa época, lo que me hizo quedar como si fuera un poco pedante, pero mi abuela lo ignoró y me respondió:
-Nosotras no somos druidesas, al menos no es lo principal en nosotros. Las adoradoras de la diosa somos anteriores, y nuestros misterios no son secretos porque no los hayamos registrado, sino porque sólo nosotras o nuestras parejas podemos leer. Es un lenguaje transmitido de generación en generación.
-Pero todos los textos fueron quemados durante la conquista romana o la expansión del cristianismo. Y el culto pagano quedó prohibido y erradicado, imitándose a algunos pequeñísimos grupos marginales que terminaban siendo descubiertos. ¿Cómo sobrevivisteis?
-Según parece, la cosa fue así: al principio sobrevivieron escondidas en los bosques, pues los cristianos no tenían otra opción de ser tolerantes con una cultura imperante. Así que optaron por convertir a Dana en Santa Ana, la madre de Santa María. El pueblo dejaba de creer en Dana y nosotras podíamos rezar y trabajar tranquilas, siempre que no habláramos de Dana ni practicásemos en público nuestros ritos y oraciones. Después todo se hizo más férreo, y quisieron borrarnos del mapa, pero teníamos una basa: sabíamos escribir. Esta característica era muy valorada en aquella época. Además sabíamos forjar, cocinar y preparar remedios de hierbas, por tanto éramos muy valiosas. Así que simplemente nos encerraron en clausura en una serie de conventos en las localidades en las que vivíamos, destinadas a surtir as arcas papales con libros y armas, y a ayudar a las gentes con remedios y a los pobres con comida. No teníamos hospederías como los monjes masculinos. Éramos las hermanas de Santa Ana, y estábamos vigiladas por sacerdotes locales para que abandonásemos esas "prácticas del demonio". Pero, como nuestra labor era de ayuda, siempre habíamos salvado a alguien de la familia de esos sacerdotes, así que se dedicaban a hacer la vista gorda con nosotras. Seguíamos escapándonos del convento para casarnos, y, cómo sólo teníamos hijas, nos limitábamos a criarlas en el convento alegando que eran niñas abandonadas. Cuando los obispo y cardenales mandaba a sacerdotes extranjeros para controlarnos, nos limitábamos a sacar del convento a las hermanas embarazadas por os mismos túneles subterráneos por donde escapábamos para estar con nuestros maridos. Y así sobrevivimos hasta que el liberalismo declaró la libertad de culto, cuando dejamos el convento y seguimos adorando a Dana por separado y en la clandestinidad, por si acaso. La sabiduría estaba contenida en libros copiados durante siglos y escondidos en los palacios del norte donados por las familias acabadas a las que habíamos salvado en alguna ocasión. Estos palacios fueron heredados por las matriarcas (pues cada vez éramos menos numerosas). La matriarca que me transmitió todo lo que sé era mi tía abuela, Nerys, y ni sus hijas ni sus nietas tuvieron poderes, al igual que mi madre, sus otras hermanas o mis propias hermanas. Ella tenía uno de los llamados "Castillos de la sabiduría", castillo que he heredado y estudiado, y, que si aceptas, será tuyo cuando yo muera.
Aquella sobrecarga de información me quedó sin poder reaccionar durante más de 10 minutos. Asimilé cada palabra, cada hecho, viajé mentalmente por la historia, viendo una congregación femenina sobrevivir a una sociedad con una misoginia e intolerancia religiosa pasmosas. Una congregación de la naturaleza, con espíritus libres como los ríos enclaustradas tras paredes de durísima piedra. Y luego escapando a través de túneles para reunirse con sus amores prohibidos, y regresando embarazadas. Y esas niñas, criadas son casi ver a sus padres, en una congregación que desde niñas las preparaba para soportar la responsabilidad de unos poderes enormes y conservar el culto de una diosa ancestral, diferente a las divinidades en las que creían de puertas para afuera.
Pero había algo que me sorprendió más: hablaba de "nosotras". Al principio se había esforzado por hablar de "ellas", pero poco después se le había olvidado este dato y se había saltado a la primera persona del plural, atentando así contra la concordancia y contra mi sentido común. Una idea al principio absurda pasó por mi cabeza, y me hizo preguntar algo entre titubeos.
-¿Abuela, por qué hablas de "nosotras"? Es que acaso eres... eres...
-¿Inmortal? -completó mi abuela, expectante.
-Si, o te has reencarnado de una vida pasada, o algo así -terminé de decir, titubeante. Me arrepentí de mi pregunta en el mismo instante en el cual la terminé. ¿Y si no e gustaba la respuesta?
Mi abuela se rió de nuevo cantarinamente.
-¡No, mi niña! Por suerte ni soy inmortal ni (que yo sepa) una reencarnación de una de nuestras familiares. No, Amelia, hablo de "nosotras" porque en nuestra familia siempre hemos sido antes el "nosotras" que el "yo". Siempre hemos sido la familia por excelencia, preocupandonos por los demás, y en especial entre nosotras. Siempre sabiendo lo que nos pasaba, siempre sabiendo lo que la otra iba a decir... Sin secretos, sin miedos entre nosotras, cada una siendo una prolongación de la otra, pero cada una con su personalidad propia. El secreto está en que en nuestras personalidades está la tolerancia, y por tanto nunca discutíamos acaloradamente, y si lo hacíamos, nos perdonamos presto, así que nunca nos separamos. Por eso me siento ligada a las hermanas de todas las épocas como me siento ligada a las que aun viven.
-¿Cuantas tienen poderes?
-De la rama familiar fundada por la madre de mi tía Nerys sólo yo como matriarca, y si tu quieres, tu como hermana. Se dividieron en un momento en 10 matriarcados, de los cuales 2 se extinguieron, y de los otros, están 5 matriarcas sin aprendizas, una matriarca con aprendiza y, de las dos restantes, una comparte el culto con una hermana y otra con siete. Pero, cuando hablaba de las hermanas que aun viven, me refiero a nuestras familiares en general.
-¿Que diferencia hay entre aprendizas y hermanas?
-Que las hermanas se han formado o empezado a formarse, y para eso sólo hay una forma: encontrar el amor. Y ahí es dónde entra el sauce.
Me quedé a cuadros. ¿Cómo era posible que me hubiese olvidado del sauce?
-Abuela, ¿que tiene que ver el sauce, mi sueño, la diosa y todo lo demás?
-Simple, todo está conectado. Cuando la diosa elige a una de sus nuevas hijas les manda una visión en la que les muestra a su verdadero amor.
Me quedé un poco apabullada, pero había recibido tantísimas emociones y sorpresas por un día que me limité a aceptar una solución medianamente lógica tendiendo en cuenta las revelaciones recibidas por ese día.
-¿Simplemente les manda una visión? ¿Así? ¿Sin más? ¿Entonces que tiene que ver el sauce en todo esto?
-Como siempre, tu inteligencia me sorprende, querida niña. ¿Que día fue ayer?
-Uno de mayo, creo. ¿No es el uno de mayo un día de festividad para los celtas?
-Has hecho los deberes, querida -me dijo con una sonrisa de satisfacción-. Si, el uno de mayo se celebra Beltane, fiesta del dios Beleinos, dios de la luz y del fuego. La parte de la luz es la que nos interesa, pues a partir de ese día y hasta el 31 de octubre, era la luz la que dominaba el mundo. Además, era una fiesta de suerte, salud y fertilidad, y en ella se coronaba a la reina de mayo. En nuestra familia, es en este día cuando se comprueba quien tiene o no las facultades para unirse activamente al culto de la gran madre.
-¿Y que hay que hacer?
-Saltar sobre las llamas, y después tu cuerpo se induce en un leve trance, que te lleva hacia tu árbol natalicio según el horóscopo celta. Y ahí, bajo las ramas del árbol (en tu caso el sauce), aparece la visión.
-Abuela, ¿desde cuando salté yo sobre las llamas?
-Debo decirte -una sonrisa traviesa iluminó la cara y los ojos de mi abuela- que hice un poco de trampa en ese sentido.
La miré, intentando recordar cuando había saltado una hoguera por intercesión de mi abuela.
-¿Te acuerdas de la barbacoa que hice ayer para desayunar?
-Si, ¿por qué?
-Bueno, pues esparcí alguna brasas por el suelo del patio, ante el camino de la barbacoa, y tu pasaste por encima de ellas. Según parece, eso contó como salto.
La miré entre impresionada, divertida, agradecida y molesta. Su abuela la había puesto a prueba.
-Abuela, ¿por que no me dijiste esto anteayer, antes de hacerme pasar sobre las brasas?
-Simple y llanamente porque a tu madre no le gustaba la idea. Si en realidad no estabas destinada a ir tras la diosa no pasaría nada y tu madre no se enfadaría conmigo. Pero si estás destinada, tienes todo el derecho del mundo a saberlo y a elegir la salida que mejor te parezca.
-Volviendo al sauce, abuela. ¿Fue real? ¿Esa persona existe?
-Desde luego. Es tu alma gemela. Cada persona tiene un alma gemela. Un pedazo de alma que es igual a la suya, y que su misión es estar juntas para ser felices. Eso es lo que muestra el sauce, a tu alma gemela. Y no solo la muestra. Es como una especie de llamada de atención. Ella sabe que existes, y ambas almas empezareis la búsqueda, para que así sea más fácil encontraros.
-Entonces no todo el mundo puede encontrar a su alma gemela, ¿no?
-Para las hijas de la Tierra es más fácil, eso es totalmente cierto, pero todas las personas la encuentran, al menos los que tengan alma gemela. De hecho, si no se encuentran en esta vida, ambas almas se reencarnarán, pues sólo habiéndose encontrado podrán llegar al Descanso del Alma, que es como suelo llamar a la vida después de la muerte.
Decidí dejar el tema de la vida después de la muerte lo más alejado de nuestras conversaciones posible. Pero hubo un dato que si me llamó la atención.
-Abuela, ¿que quieres decir con eso de "al menos los que tengan almas gemelas"?
-Cuando una persona comete el acto de traicionar y jugar con los sentimientos de las personas, pierde el derecho a un alma gemela. Cuando esto sucede, la que estaba destinada a ser su alma gemela sufre una especie de cambio radical en su vida, un cambio de sentimientos, intereses, actitudes, y resulta emparejada con otro alma que haya sido separada de un alma pérfida. En cuanto a las almas pérfidas, están condenadas a reencarnarse hasta que enmienden su error y se ganen el derecho a tener un alma gemela.
Asimilé nuevamente en silencio esta afirmación.
-Abuela, ¿como podré encontrar a mi alma gemela?
-Cuéntame tu visión.
Le conté todo sin omitir ningún detalle. Mi abuela me escuchó impasible, y cuando terminé me tomó de la mano.
-Mi niña, tu visión denota una pena muy intensa. ¿Estabas deprimida cuando la tuviste?
Bajé la cabeza, avergonzada, y para ella mi silencio fue una respuesta.
-Lo siento mucho, mi niña, no tienes que avergonzarte. Ahora todo está bien.
Me estrechó contra su pecho, y una silenciosa lágrima resbaló por mi mejilla. Ella me la secó con el dorso de su mano.
-Tranquila , querida, hora sólo tienes que encontrar a esa persona, y la felicidad llegará a tu vida.
-Abuela, esto es demasiado para mí -me sentí totalmente desbordada. No podía más-. No soy capaz de soportar nada más.
-Tranquila, mi niña -me susurró en el oído-. Ve a casa y duerme. Todo saldrá bien.
Me levanté, y me alejé dando tumbos hacia la casa. Entonces escuché como hablaba con Dana justo antes de atravesar la cristalera.
-Suerte que no he hecho nada más impresionante. ¿Crees que me he pasado con lo de las serpientes?
Entré en la sala tras escuchar un lastimero sonido de la gatita y me tiré en la cama. Mi cerebro estaba agotado, así que decidí tomarme una pastilla del cajón de mi mesilla de noche y asegurarme así el sueño. Lo último que recuerdo antes de cerrar los ojos fue el peso de Dana sobre mis pies.


DCAC

9 comentarios:

  1. MIERDA!!! HUBIERA JURADO QUE YA HABÍA GRITADO AL CRISTAL... Pero en fin, no importa, igual y mi pendejez extrema, convinada con la escuela, me lo prohibieron un poquito...

    En fin... se ve que esto a penas comienza, y me da gusto, porque espero ya siga la siguiente entrada... me encantó eso de los tres puntos que hay que cumplir, porque aunque dices que no quieres que sean totalmente los personajes iguales a ti, no puedes dejar fuera esa mancha tuya, lo cual me alegra, sobre todo ese punto de ayudar a los demás... hermano, ese trabajo te sale a la perfección...

    PD: Ya no le cargues tanto la mano de trabajo a la pobrecita niña, la vas a hacer explotar, se que es un relato, pero si es demasiado para ella... jajaja... bueno, en sí para cualquiera...

    Un fuerte abrazo hermano... espero un día contarte como han ido mejorando las cosas... pero la verdad es un tema muy delicado para tratarse en los blogs y los comentarios... así que si gustas platicar de eso y otras cosas, por favor agrégame al MSN, ahí viene en mi perfil... o si sólo tienes gtalk, avísame y te paso el mail de gmail, porque eso que tengo que contarte, puede influir mucho en mi relato...

    Saludos!!! Aprovechando que mi alma me permitió darme un paseo fuera de ella

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  2. Me gusta tu historia "absurda", en serio me gusta es diferente.

    Yo estoy bien, espero que tu también lo estes :)
    Respeto a lo del premio: si, deberias haber echo lo mismo que he echo yo jajajaj pero tampoco te obliga nadie, solo que así algunos blogs pueden tener también el premio y no se rompe la cadena x)

    Un besazo muy grande :*

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  3. Nada de absurdo relato, es muy bueno. Tengo curiosidad por saber como sigue.
    Cuidate :)

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  4. me encanta este absurdo relato, espero con ansias saber como sigue , de verdad me encanta como escribes DCAC me tienes enganchada
    un besito vuelve a esvribir pronto

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  5. Pues si DCAC, es un trabajito lo que tienes en mi blog y si ya has has recibido mas, a que estas esperando??????, vaaamosss, pilla una cámara y dedícate a tirar fotos, jejeje.
    Besotes ;-)

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  6. Este "absrudo" relato es realmente muy bueno.
    vamos a ver como sigue, :)
    Realmente bello tu blog!

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  7. Ya sabes que me encanta tu "absurdo relato"... asique espero impaciente a que lo continues!!!




    gracias por lo de mi entrada anterior, de verdad que necesitaba apoyo.. me emocioné mucho al leer tus palabras, porque pude ver que de verdad había alguien que seguía estando ahí para escucharme... gracias :)



    un besazo.

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  8. Pues yo creo que para ser absurda, está bastante bien! Al menos a mí , me encanta :)

    Unb esazo!

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  9. Pues a mí no me ha parecido absurda ;) Espero más prontito. Un muás enorme.

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